Solo pensamos en ellas cuando las relacionamos con las emociones, pero, ¿sabías que las lágrimas son parte fundamental de tu superficie ocular?
La lágrima se considera la primera capa refractiva del ojo, ésta se suma a la cara anterior de la córnea formando un lente de gran poder, por esta razón, cuando tenemos ojo seco percibimos visión borrosa, que mejora con el parpadeo.
Contrario a lo q podemos pensar, nuestras lágrimas no se componen solo de agua. Si bien este es el componente más abundante, producido principalmente por la glándula lagrimal, es de suma importancia la presencia de moco y lípidos (grasa).
La capa mucosa, en estrecho contacto con la superficie corneal, se comporta como un punto de anclaje para la lágrima, de modo que está quedé estable sobre la córnea. Por su lado, el componente lipídico, producido por las glándulas de Meibomio en el margen de los párpados, evita la rápida evaporación de la lágrima por el ambiente.
En los libros de texto, cada componente de representa como una capa separada, pero en realidad, estos se entremezclan en una "sopa" que cubre toda la superficie ocular.
Sin la lágrima, la cornea queda expuesta a desecación, lo cual puede llegar a graves consecuencias como queratitis o úlceras corneales.
Los lubricantes de última generación buscan reemplazar cada uno de los componentes de la película lagrimal (acuoso, mucoso y lipídico) para los pacientes que padecen de ojo seco. Adicionalmente, puedes cuidar tu superficie ocular usando gafas de protección ambiental, y siguiendo nuestros consejos de higiene de párpados.
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